Mónica Zayné Torres Cruz1,2 M.Sc; Clara Viviana Rua Bustamante3 M.Sc; Henry Alberto Grajales Lombana1,2,4* Ph.D.1Universidad Nacional de Colombia. Grupo de investigación: Gestión Tecnológica e Innovación en Sistemas Pecuarios – SIGETEC.
Investigadores.2Universidad Nacional de Colombia. Centro de investigación, desarrollo tecnológico y extensión ovino – CIDTEO. Cundinamarca, Colombia.3Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria – AGROSAVIA. Centro de Investigaciones Motilonia – Km 5 vía Becerril. 4Universidad Nacional de Colombia. Facultad de Medicina Veterinaria y de Zootecnia. Departamento de Producción Animal. Bogotá, Colombia. *Correspondencia: hagrajalesl@unal.edu.co
INTRODUCCIÓN
Las actuales circunstancias económicas que muestran un crecimiento del PIB por encima del 7%, aunado al crecimiento de la población humana, han determinado incrementos reales en la demanda de proteína de origen animal que el país está siendo incapaz de suplir. Las especies que tradicionalmente proporcionan este abastecimiento de proteína animal en Colombia tienen dificultades para garantizar una seguridad alimentaria a mediano y largo plazo, siendo uno de los cuellos de botella el pobre desarrollo de la cadena ovina. La producción de ovinos en Colombia ha estado tradicionalmente vinculada a una “economía de subsistencia”, de tal forma que se concentra en pequeños rebaños, formados básicamente con la incorporación de sangre de tipología “criolla”, que se estima en un 80 a 85 % de la población ovina total; se considera que alrededor de un 10 a 15% son animales mestizos y el otro 5% corresponde a los animales de razas puras introducidas al país.La academia en el “proceso formativo” y la investigación en la “generación de conocimiento”, así como la escasa definición de políticas gubernamentales, no han atendido y por ende no han propiciado desarrollos tecnológicos y empresariales para los productores ovinos, que en su mayoría manejan sistemas de producción extensivos, sin definición de objetivos, sin control productivo, escasa o nula información, baja productividad y desconocimiento de la calidad de los productos obtenidos, pero que encierran un potencial para el mejoramiento de sus capacidades productivas y alcanzar mayores niveles de competitividad frente a las oportunidades que se presentan en el creciente mercado tanto nacional como internacional para productos derivados en la empresa ovina.En las últimas décadas es notable el reconocimiento que se ha dado al potencial productivo de la especie ovina, con lo cual se han establecido programas de investigación que buscan conocer y entender las aptitudes tanto productivas como reproductivas de los grupos raciales ovinos, encontrándose forzosamente involucrados animales de diferentes tipologías raciales, entre ellas las de tipo criollo, fundamentales por las condiciones de adaptación, fertilidad y prolificidad que se les reconocen, pero que han sido pobremente documentadas. Ello permitiría tener mayores elementos de juicio para organizar programas de manejo y control reproductivo, cruzamiento y estrategias de selección y mejoramiento con grupos raciales foráneos, cuyo objeto es proyectar mayores o mejores niveles de efectividad en términos de productividad y competitividad.En este análisis, es necesario que se reconozca que las especies que tradicionalmente proporcionan abastecimiento de proteína animal en Colombia tienen dificultades para garantizar el mantenimiento de una seguridad alimentaria a mediano y largo plazo (bovinos, porcinos, aves); en este punto, es importante considerar el aporte de proteína animal que puedan hacer otras especies animales diferentes a las consideradas como tradicionales. No obstante, una dificultad para considerar esta posibilidad es la realidad sobre el escaso o pobre desarrollo de la cadena ovina en el país: desconocimiento de las características productivas, desconocimiento de los productos que se pueden obtener, incipientes condiciones de mercadeo y comercialización, restricciones en el consumo por aspectos culturales, entre otros aspectos a superar para lograr el posicionamiento de la industria ovina en Colombia.A nivel mundial se conoce que el país que más consume carne ovina y caprina es Mongolia con un promedio de 48.9 kg por persona por año, mientras que Colombia ocupa el puesto 149, con consumos al año de 0.317 kg y un crecimiento durante los años 1990 – 2015 de -0.005 kg por año; mientras que países como el Reino Unido, España, Perú y Estados Unidos han presentado crecimientos de 0.23, 0.10, 1.09 y 0.06 kg por año y consumos de 6.6, 16.7, 2.77 y 1.6 kg por persona al año, respectivamente. En Colombia el consumo interno en promedio durante este mismo periodo de tiempo ha alcanzado las 12.588 toneladas, con una tendencia al aumento de 51.2 toneladas al año; ante esta situación, Esteban (1991) indica que es necesario determinar el total de las regiones productivas, sus sistemas de producción, composición de la población ovina, para entender la dinámica de la producción de los diferentes departamentos del país.Dentro de una visión de economía globalizada y explorando los mercados naturales de Colombia, según datos de la FAOSTAT 2007, se encuentra que hay un fenómeno de incremento sostenido de importaciones de carne ovino-caprina por parte de Estados Unidos y de México desde 1990 al 2004, pasando de 20.000 toneladas año a 78.000 toneladas año y de 10.190 a 76.660 toneladas año, respectivamente, lo que implica que la demanda de producto importado en estos dos países a pasado de un total de 30.190 ton a 154.660 ton año con un crecimiento del 512% en estos 14 años; la mayoría de estas importaciones proviene de Australia y Nueva Zelanda. Este incremento en las importaciones de estos dos países plantea una gran oportunidad para Colombia en la medida que se pueden tener algunas “ventajas comparativas”, sobre todo con México, entre otras cosas, por la cercanía, la facilidad del idioma y que el tipo de ovino colombiano de tipología racial Camura es similar al ovino mexicano de raza Pelibuey, lo que favorece las costumbres culinarias de los consumidores mexicanos. Por otro lado, las preferencias arancelarias que se podrían lograr con los Estados Unidos vía TLC podrían favorecer al ovino colombiano en un mercado más exigente pero también alcanzable a más largo plazo. El problema que se tiene para poder concretar estas expectativas de mercado en el mediano plazo, esta no solo en las barreras comerciales y sanitarias, que bajo los acuerdos internacionales se irán solucionando, sino en el pobre desarrollo empresarial y tecnológico de los productores ovinos que en su mayoría, como ya se indicó, manejan sistemas extensivos sin mucho control, pobre o nula información y por ende baja productividad y desconocida calidad, que a pesar de todo ha logrado hacer algunas exportaciones al mercado de las Antillas, demostrando el gran potencial “natural” que tienen los ovinos por desarrollar, y que es necesario complementar con un apropiado desarrollo en ciencia y tecnología que permita construir un sector altamente competitivo, que llene las expectativas de los mercados nacionales e internacionales, no solo representado en beneficios de impacto social, sino en el aprovechamiento de las “ventajas comparativas” y también “ventajas competitivas”, que se expresen en términos de calidad de la carne, costos de producción y regularidad en la oferta, todo esto esquematizado bajo la importancia del recurso genético criollo.
ASPECTOS REFERENCIALES DE LA PRODUCCIÓN OVINA.
Sistemas productivos de ovinos en Colombia. La cría de ovinos requiere de la intervención apropiada del hombre para que las explotaciones mejoren su producción y productividad. La rusticidad y mansedumbre de estas especies no pueden aceptarse como justificación para implementar manejos inadecuados que conduzcan a la improductividad o a baja productividad; antes, por el contrario, las virtudes que poseen estas especies deben ser aprovechadas creando condiciones del entorno favorables para obtener la máxima expresión de sus potencialidades. En este orden de ideas, la incorporación de tecnologías a los procesos productivos es un elemento clave en el desarrollo de una ovinocultura exitosa y rentable. La aplicación de tecnologías propicia cambios positivos que benefician a los productores con el incremento de sus ingresos y el mejoramiento de su calidad de vida. La producción ovina en zonas de la costa norte, trabajan con un ovino criollo de pelo, que se ha llamado oveja africana o Camuro y se cuenta con grandes rebaños, criando de manera conjunta ovinos y caprinos en sistemas de producción extensivos, con trashumancia y con un manejo tradicional que podría indicar deficiencias de condiciones sanitarias, reproductivas y genéticas.
El sistema de producción extensivo se caracteriza por utilizar biotipos criollos ó sus cruces con razas mejoradas, ubicado en regiones de baja aptitud agrícola, zonas montañosas altas en la región andina, y zonas planas áridas de Santander, Cesar y la Guajira, donde el nivel tecnológico utilizado es muy bajo, limitado a las necesidades implantadas por la economía campesina y de algunas comunidades indígenas y en algunos casos ubicados en sistemas de explotación mixtos con bovinos, pero igualmente en sistemas extensivos y extractivos. En el caso del ovino de lana, la actividad principalmente esta dirigida a la producción de carne para el consumo local y lana para la producción de artesanías y en el caso de los sistemas de producción en trópico bajo se limita a la producción de carne y de pie de cría para otras explotaciones. También se podría diferenciar un sistema de producción semi-extensiva, ligada principalmente a sistemas de explotación mixta con bovinos, en algunas regiones de la costa norte y en los llanos orientales de Colombia, regiones de predominancia ganadera.
En este tipo de explotación, la finalidad es complementar los dos sistemas, utilizando los ovinos como una alternativa para el control de especies no deseadas y para utilizar zonas de las granjas que no pueden ser utilizadas por bovinos. Los productos que se generan, son utilizados en la misma finca y ocasionalmente se utilizan para la venta como pie de cría. Los sistemas de producción intensivo, basados en razas mejoradas de reciente introducción, ubicados en zonas cercanas a los centros de consumo y que utilizan un nivel tecnológico medio alto, con tamaño de explotaciones intermedio, donde la actividad principal está dirigida a la producción de pie de cría y carne, con lo que se obtiene animales para aporte genético y productos procesados para consumo local y para distribución regional, se encuentran principalmente en la zona andina de Colombia. La producción ovina en Colombia ha registrado un volumen de producción de carne en canal de aproximadamente de 12.782 toneladas en promedio durante los años 1990 al 2005, valor un poco mayor al del consumo nacional y con una tendencia al crecimiento de 52.3 toneladas al año; sin embargo, es necesario determinar el total de las regiones productivas para entender la dinámica de la producción de los diferentes departamentos del país. Por otra parte, se observa que la producción interna de carnes de pollo y de cerdo no ha aumentado de la misma forma que el consumo, lo que ha aumentado su importación con el ánimo de satisfacer la demanda interna. Consideraciones sobre los grupos raciales en el trópico. La selección natural y la necesidad del hombre han desarrollado razas ovinas adaptadas al medio ambiente tropical. Estos animales pueden convertir alimentos de baja calidad en productos tales como carne, leche y pieles, que son utilizados por los pobladores de las regiones.Las razas ovinas actuales (Ovis aries) parecen ser descendientes de otras especies silvestres que aún existen y que son infértiles con el borrego doméstico. En los trópicos y subtropicos se explotan una gran variedad de razas ovinas de pelo y de lana, las cuales en algunos casos se han clasificado de acuerdo al tipo de cola que poseen (cola grasa, grupa grasa y cola delgada) o de acuerdo al tipo de capa (pelo o lana).En general, en los trópicos húmedos y subhumedos los tipos explotados corresponden a animales con cola delgada y cubierta de pelo; los tipos con cubierta de lana predominan en las costas Mediterráneas de los países del Norte de África, el Cercano Oriente y el norte de la india. En los países con climas cálidos, secos o desérticos los animales con cola grasa o grupa grasa tienen ventaja adaptativa sobre los otros tipos. En los climas áridos los animales tiendes a tener extremidades más largas y mayor talla que los de zonas húmedas.Los ovinos criollos en Colombia comparados con los ovinos de otras latitudes han demostrado ser inferiores en productividad, sin embargo, se ha demostrado su buena fertilidad y un crecimiento similar o mejor al de otras razas.
Mejoramiento genético. Al hablar de mejoramiento de la productividad se hace referencia generalmente a: – Mas cantidad de producto en un tiempo determinado- Mejor calidad de producto- Un producto diferente adicional al ya producido- Uso de una menor cantidad y/o calidad de insumos. Para el desarrollo de cualquier programa de mejoramiento es necesario establecer claramente el objetivo de la explotación en la que este se va a aplicar. El programa logrado dependerá en buena medida de la claridad con que se defina el objetivo y cuál es su medida. Los objetivos de producción cambian de acuerdo con la localización geográfica de la explotación las razas utilizadas, la disponibilidad de insumos para la producción, etc. De acuerdo a esto, se debe clarificar el objetivo al utilizar las tipologías raciales criollas, las cuales posiblemente transmitirán caracteres de rusticidad al sistema. El diseño de un programa de mejoramiento animal para llenar uno o más objetivos puede ser complejo y en ocasiones es necesario revisar los procedimientos para poder continuar con la toma de decisiones. En otras palabras, se debe establecer el contexto en el que se piensa trabajar. Teniendo en cuenta lo anterior se podría pensar en los datos obtenidos de estudios de caracterización de las variables productivas en ovinos en Colombia, con los cuales se podría pensar en adicionar características deseables a la mejora genética a aplicar (Tabla1).
DEBILIDADES EN LA PRODUCCIÓN OVINA EN COLOMBIA
1. Escasa utilización de programas nutricionales Descripción del problema. El ovino es un rumiante cuya base de alimentación son las pasturas y forrajes que le proveen fundamentalmente fibra y nutrientes para su mantenimiento, diferenciándose de los bovinos y ovinos en materia de hábitos alimenticios, actividad física, requerimientos de agua, selección de alimento, composición de la leche y característica de las carcasas. Las ovejas en estado de lactancia y los ovejos en crecimiento requieren un suministro de pasturas de calidad superior, en particular de leguminosas y alimentos balanceados. Al ser rumiantes, los ovinos necesitan del consumo de altos niveles de fibras para tener un rumen saludable. La cantidad de proteínas también debe ser la adecuada para lograr un correcto desempeño, reproducción y resistencia a enfermedades, de igual manera que una adecuada presencia de minerales y vitaminas.
Posibles soluciones
• Promover la asociatividad entre los productores ovinos con el fin de facilitar la implantación de recursos forrajeros acordes a su sistema de producción.
• Crear módulos comunitarios de difusión de pasturas y forrajeras adaptadas a las condiciones de ubicación del sistema productivo.
• Realizar ensayos con pasturas para determinar su comportamiento en las diferentes zonas agroecológicas del país.
• Hacer mas eficiente los procesos de conservación de pasturas a través de técnicas como heno, henolaje y ensilaje.
• Formular raciones complementarias de mínimo costo adaptadas a cada región agroecológica.
• Elaborar un manual de buenas prácticas de producción en sistemas ovinos- Impacto esperado.
• Mejorar el uso y manejo de pasturas naturales
• Incrementar la calidad y cantidad de pasturas disponibles
• Incrementar la eficiencia en la alimentación de los rebaños.
• Mejorar los índices reproductivos a partir de un manejo nutricional adecuado.
2. Ejercicio de prácticas poco eficientes Descripción del problema. La aplicación de buenas prácticas vinculadas al proceso de producción resulta de relevancia a la hora de obtener carne ovina de calidad. Los productores disponen de escasa infraestructura para el desarrollo ganadero (alambrados, corrales para el manejo de parición, potreros para el manejo de hembras paridas, etc.) como consecuencia de la baja rentabilidad y escaso acceso a la financiación. Una deficiente infraestructura impide la correcta gestión de los pastizales naturales, así como la falta de áreas de parición limita la posibilidad de reducir el riesgo asociado a la etapa en cuestión.
Con respecto a la infraestructura de sacrificio y faenamiento, en Europa ya se está implementando la utilización de los mataderos móviles, que se pueden transportar de una región a otra según las necesidades. El matadero móvil puede suplantar al matadero local, permitiendo disminuir el estrés y las heridas que sufren los animales durante su transporte y durante la carga y la descarga.Posibles soluciones.
• Mejorar la capacitación a productores en materia de un manejo eficiente de los sistemas pastoriles (reconocimiento y uso de buenas prácticas ganaderas).
• Crear una base genética para la producción de reproductores, pie de cría.
• Incorporar alambrados, corrales o galpones de parición, potreros de hembras paridas.
• Desarrollar investigaciones sobre la posibilidad de implementar mataderos móvilesImpacto esperado.
• Mejorar los índices de sobreviviencia.
• Mejorar la obtención de carne de calidad.
• Incrementar los índices productivos del sector.
• Reducir la mortandad de cabritos.
• Aumentar los índices reproductivos.
3. Ineficiente control zoosanitarioEn la actualidad, el control sanitario que se realiza es inadecuado, esto presenta un problema dado que reduce la posibilidad de producir lucrativamente el máximo número de ovejos saludables destinados al mercado de carne o al de animales de reemplazo. El productor debe necesariamente implantar un programa sanitario que resulte efectivo.Los programas de sanidad del rebaño deben ir dirigidos tanto al control como la eliminación de las enfermedades a fin de maximizar la eficiencia de la alimentación y de la reproducción y que permita, al mismo tiempo, el acceso a mercados potencialmente demandantes tal como el norteamericano o europeo.Otro problema de gran relevancia en la explotación ovina es el parasitismo. Las enfermedades parasitarias son importantes no tanto por la mortalidad que producen, sino por las pérdidas en producción que ocasionan. El parasitismo puede ser interno o externo y, teniendo en cuenta el grado de severidad del ataque, puede ser clínico o subclínico.
En general, los parásitos, bien sea de acción gastrointestinal o sobre tracto respiratorio, producen efectos negativos sobre la producción, causando desde disminución en las ganancias de peso, afectación de los parámetros reproductivos y la producción de kilos de carne, hasta la muerte de animales jóvenes. Para ello es necesario que se realicen estudios que contemplen la eliminación de parásitos que impactan negativamente en la producción de carne, disminuyendo su calidad. Actualmente estos parásitos son tratados con químicos, aunque con limitados efectos dados el incremento de resistencia que dichos parásitos presentan.
Lo anterior reviste de importancia en materia de producción de carne orgánica; en tal sentido posibles soluciones
• Elaborar calendario sanitario básico específico para sistemas de producción.
• Realizar campañas sanitarias de forma conjunta con instituciones encargadas para este fin.
• Promocionar y organizar botiquines sanitarios comunitarios.
• Realizar pruebas de análisis de sangre o de otro tipo para identificar a los animales infectados y poder apartarlos del rebaño.
• Proveer la protección adecuada al rebaño mediante los programas de control de parásitos y vacunación.
• Evaluar la aplicación de diferentes protocolos para controlar los problemas sanitarios: parásitos, infecciones.Impacto esperado.
• Prevenir la mortalidad y disminución de los rebaños.
• Mejorar el rendimiento productivo reproductivo.
• Mejorar el ingreso a nuevos mercados regionales y/o internacionales.
4. Escasas experiencias en el desarrollo de productos para comercializar – Descripción del problema: en el mundo existe una amplia variedad genética ovina. Diferentes tipos de ovejas sobreviven bajo condiciones ambientales adversas, particularmente en cuanto a la incidencia de enfermedades y parásitos, deficiente nutrición y/o temperaturas extremas, entre otros. Con base a lo anterior se incrementa la demanda de mejoras iniciales en nutrición y sanidad, lo que en turno permitirá la posibilidad de mejoramiento.